Las ciudades globales se han convertido en un tema de reflexión reciente. Nótese que se habla de ciudades y no de continentes. Pues una de las características de la globalización es su artículación a través de nodos o puntos neurálgicos.
Si existen puntos neurálgicos también existen antipodas silenciosas, ciudades que no cuentan en el diálogo intercultural. Esto puede resultar sumamente provechoso para el arte, y de hecho lo ha sido para muchos curadores, que, guiados por el espiritu Robinson Crusoe, se han lanzado en la búsqueda de islas, lugares donde no ha llegado la globalización, lugares desconectados. Estos pueden arrojar un resultado negativo porque toda marginalización implica una desigualdad. El diálogo intercultural no es del todo una posibilidad real mientras no hay igualdad entre las partes. Y, por otro lado, las islas del silencio son lugares que todos quisieramos visitar, estudiar, analizar… explotar.
Global cities have become an increasingly important in social research. Note that I am speaking of global cities and not about continents or hemispheres.
One of the features of globalization is the articulation of nodes or strategical links. If nodes exist there must be also islands: the silent antipodes that do not intervene in intercltural dialogue.
This has been highly profitable for art purposes, and indeed for certain curators, some of which, guided by the “Robinson Crusoe spirit”, have striden into the search for islands of culture, places globalization has not reached yet, places that are still disconnected, peripheral cities. This could also have a negative outcome, since alienation, disconnection, and periphery imply inequality.
Intercultural dialogue is not possible between non-equals. On the other hand, these silent zones are places we all want to see, travel to, discover, study… and exploit.
